Pequeñísima oruga que sola caminas por la vereda veredosa,
no temas a la muerte que se oculta bajo un par de zapatillas deportivas.
Porque el sol calienta tu piel orugosa y viscosa y la tierra te cosquillea la barriga, misma que es larga y tiene muchas rayas.
pd. te quiero mucho, aunque nunca te vuelva a ver.
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