Una noche, desperté del frecuente sueño en el que un caballo entra a mi cuarto, y tenía sed.
A la mañana siguiente, seguía teniendo sed. Tomé cuatro vasos y medio de agua y por un momento pensé que la sed había sido saciada. No fue así, cuando puse el quinto vaso de agua medio lleno sobre la mesa del comedor, tuve más sed. Vacié ese vaso también y esta vez, no me importaba si la sed permanecía o no. Y desperté.
jueves, 19 de febrero de 2009
miércoles, 18 de febrero de 2009
¡Qué terrible depresión!
sábado, 14 de febrero de 2009
viernes, 13 de febrero de 2009
jueves, 12 de febrero de 2009
jueves, 5 de febrero de 2009
canción
A la Srita C:
Querida señorita C, debemos idear un plan en el que no quepa la menor duda de un regreso con hallazgos espeluznantes.
Querida señorita C, debemos idear un plan en el que no quepa la menor duda de un regreso con hallazgos espeluznantes.
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